Si eres un gigante y estás comiendo almendras garrapiñadas en la "ca-seta" de un gnomo, no hables, limítate a escuchar las gilipolleces que dice, que no son pocas. Porque cuando entras en una discusión hay dos vías que bien explica Santo Tomás de Aquino:
- Si de alguna forma implica a alguien de tu familia peléate hasta que sangres horchata de los nudillos.
- Si la discusión trata de algo irrelevante márchate (sin dar ninguna explicación) de ese prostíbulo lleno de ebolúpidos con ganas de mojar la cebolleta.
Si en tu camino a casa te encuentras con un fraile cristiano vietnamita, pídele que te explique porqué los enanos son tan malhumorados y roñosos y porqué tienen los nudillos achatados como los pingüinos del desierto.
Gayolas, gayolas y más gayolas a tu llegada a casa, porque los enanos son poco inteligentes cual pez martillo.
Si vas a la biblioteca al día siguiente, procura pasar antes por una tienda de telefonía móvil para comprarte una BB (Sin ella no estarás integrado) para twittear con ella que "estás estudiando" cuando realmente le estás mirando las tetas a la ebolúpida vieja de tu derecha.
Si esto te ha servido de algo es que eres idiota, por ello, te invito a que te rasques el culo con una espátula. Muchas gracias y un abraso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario